lunes, 14 de marzo de 2011

Reflexiones en torno a la celebración de la independencia

M.Sc Rodrigo Quirós Valverde


Año tras año al aproximarse el mes de setiembre, reverdece en la mayoría de los costarricenses un profundo afecto hacia la patria; sentimiento inspirado, en ciertas ocasiones, por los primeros redobles de alguna banda estudiantil, y en otras, al escuchar las notas de algún himno patriótico en una escuela o colegio.
En fin, es un período donde se incrementa el fervor hacia los símbolos nacionales y se exaltan los valores cívicos y el patriotismo. Pero también, representa un momento propicio para meditar en la Costa Rica de ayer, en la de hoy –producto de la herencia de nuestros ancestros–  y la del mañana. Aquí es conveniente preguntarse: ¿Cuál será el legado para las futuras generaciones?
Aunque es considerada una nación modelo en la región centroamericana, actualmente Costa Rica atraviesa serios problemas que, desgraciadamente, se han agudizado en la última década. Por un lado, la inseguridad ciudadana, puesta de manifiesto con el aumento de los índices de criminalidad, narcotráfico y violencia, y por otro, la pérdida de valores, evidenciada por la corrupción en prácticamente todos los estratos de la sociedad.
Esos problemas son enfrentados diariamente por distintos actores de la sociedad y de muy diversas maneras, por ejemplo, el Gobierno de la República diseña estrategias y ejecuta acciones para contrarrestarlos, algunas veces el resultado es satisfactorio pero generalmente exiguo.
Por otra parte, si se observa lo que acontece en el ámbito educativo nacional - pre-escolar, primaria y secundaria – es notorio como los esfuerzos realizados por maestros y profesores se traducen en la motivación, alegría y fervor patrio de cientos de estudiantes presentes todos los años en los desfiles de celebración de nuestra independencia. Pero: ¿Qué acciones desarrollan las instituciones de educación superior para incentivar la adquisición de valores cívicos en sus estudiantes? Muchas veces se piensa, erróneamente, que los estudiantes en este nivel poseen una vasta formación cívica producto de su paso por la escuela y el colegio. Sin embargo, la realidad es otra y por tal razón se vuelve necesario el planeamiento y ejecución de actividades que propicien el desarrollo de esos valores, con el fin de preservar la identidad del ser costarricense y el orgullo de vivir sobre este suelo.
Desde su creación, las universidades vienen cumpliendo un papel primordial en la sociedad costarricense y una de sus funciones principales es la producción de gran parte del conocimiento y consecuentemente la solución de un sin fin de necesidades. Por tal razón, es desde su seno donde debe surgir la solución a los grandes problemas nacionales, para luego, con el concurso de todos los ciudadanos e instituciones competentes, emprender acciones coordinadas para recuperar nuestras raíces y la idiosincrasia que distinguió a los costarricenses a lo largo y ancho de América Latina.
Durante la pasada Semana Cívico Folclórica, algunas escuelas del Instituto Tecnológico de Costa Rica - Sede Central- organizaron varias actividades para celebrar el 189 aniversario de nuestra independencia, entre éstas: la confección y concurso de rincones patrios, la decoración de los edificios, algunas charlas sobre temas relacionados, la presentación de bailes folclóricos y otras manifestaciones artísticas, un taller de juegos tradicionales, un blog  y hasta un torneo atlético.
Sin embargo, este panorama no es nuevo en el TEC, ya que tradicionalmente se ha contado con un nutrido programa de actividades cívicas durante este mes. Por eso, es importante pensar en mejorar lo realizado hasta este año y proponer para el 2011 la implementación de un debate sobre los grandes temas nacionales, impregnando esta celebración de un mayor grado de reflexión y análisis, digno de una institución de educación superior como la nuestra.
Un debate con la participación de todos los miembros de la comunidad institucional, el cual tendría como escenario: el aula, el laboratorio, el gimnasio, la oficina, el comedor y finalmente el Foro Cívico Institucional. En este Foro participaría una representación de cada escuela o departamento y los resultados obtenidos –conclusiones y recomendaciones- se presentarían en un documento formal a la comunidad institucional y nacional.

"El Foro Cívico Institucional se convertiría en un espacio de diálogo y análisis de  los principales problemas nacionales"



Un aspecto relacionado con esta problemática, es la necesidad de un mayor protagonismo y liderazgo de la ciudadanía en general, es decir, todos estamos llamados a realizar el mayor esfuerzo para preservar la tierra de paz y justicia que nos heredaron Don Juan Rafael Mora, Juan Santamaría y otros próceres más. De esa manera, se lograría mitigar el impacto negativo de algunos costarricenses y extranjeros inescrupulosos que, con sus nefastas acciones, destruyen los sueños de personas honestas y trabajadoras que sólo desean para Costa Rica lo que pregona nuestro himno nacional: “…bajo el límpido azul de tu cielo, ¡vivan siempre el trabajo y la paz!”.

Pero: ¿De qué manera puede colaborar el ciudadano común? Basta con una simple conversación o hasta con el comportamiento en el lugar de trabajo y el hogar, como cada uno de nosotros puede inculcar en sus familiares y amigos el respeto y amor por este país, por su tradición pacifista y sus hermosas costumbres. 

Con esas acciones, por sencillas que parezcan, se puede cambiar mentalidades y producir un efecto multiplicador que a mediano plazo comience a dar sus primeros resultados. De nosotros depende.


"Únicamente la suma de esfuerzos y acciones conducirá a la obtención de resultados positivos y transformadores en la sociedad costarricense"

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