lunes, 14 de marzo de 2011

Una medalla de Plata que brilla como el Oro

M.Sc. Rodrigo Quirós Valverde

En nuestro peregrinar por el mundo, nos vemos sometidos a un sin fin de pruebas que; paulatinamente; moldean nuestro carácter y nos preparan para enfrentar con eficacia innumerables situaciones en el futuro.
A los pasados Juegos Deportivos Universitarios Centroamericanos realizados recientemente en Honduras, asistió como parte de la delegación deportiva del Instituto Tecnológico de Costa Rica, el equipo masculino de Balonmano. Algunos miembros de nuestra comunidad institucional se enteraron que este grupo de estudiantes obtuvo el segundo lugar del torneo y por ende la medalla de plata para nuestra institución. Sin embargo, la gran mayoría desconoce bajo que condiciones lo lograron.
Por razones de índole familiar, el Director Técnico del equipo y quien escribe esta nota, no pudo acompañar a sus jugadores y ellos, contrario a quienes ante la adversidad optan por refugiarse en la desesperación, deciden afrontar el reto con valentía, decisión y gran espíritu deportivo. Virtudes que sobresalen en este grupo y que se manifestaron semana a semana durante el período de preparación para estas justas centroamericanas.  Me atrevo a pensar que fueron premiados y si se quiere hasta bendecidos por el destino, al tener ante ellos una difícil prueba que con sobrada capacidad supieron salvar; demostrándose a si mismos toda su valía.
Como diría Lucio Anneo Séneca (2 AC-65): “No hay nadie menos afortunado que el hombre a quien la adversidad olvida, pues no tiene oportunidad de ponerse a prueba”.
Otro aspecto digno de destacar es el comportamiento y compañerismo mostrado por estos deportistas en Tegucigalpa, reflejo de disciplina y unión de grupo.
En el terreno de juego demostraron tenacidad y deseos de victoria sin dejar de lado los principios trascendentales del juego limpio y respeto al rival.
En esta ocasión la medalla de oro les fue esquiva, pero regresaron con la frente en alto y mostrando muchas preseas doradas colgando de sus cuellos, entre éstas la medalla de la valentía, del carácter, la confianza, el espíritu de superación, el compañerismo, la responsabilidad y la fuerza de voluntad.
Como docentes universitarios debemos tener muy claro nuestro papel formador en la sociedad y no olvidar que el deporte es tan sólo un medio para buscar el desarrollo integral de nuestros estudiantes. Desde ese punto de vista se podría manifestar que ganar un juego o un torneo es muy importante más no lo esencial. Los Juegos Deportivos  Universitarios Centroamericanos ya son parte de esa rica historia deportiva institucional de casi 39 años, ahora es tiempo de retomar la preparación para futuras participaciones aprovechando esta valiosa experiencia internacional para tratar de maximizar nuestras fortalezas y mejorar nuestras debilidades, sólo así podremos llegar a buen puerto y alcanzar las metas trazadas.
A la vuelta de la esquina nos aguardan los Juegos Universitarios Costarricenses – JUNCOS - que se desarrollarán en nuestra institución en  mayo del próximo año, evento que constituye el escenario ideal para poner a prueba nuevamente el talento de nuestros deportistas.
Aprovecho esta oportunidad para expresar mi agradecimiento a todos los integrantes de la delegación por el apoyo brindado a estos muchachos y muy especialmente a los compañeros profesores de la Unidad de Deporte: Lic. Jorge Vega Agüero, Lic. Miguel Méndez Solano y Bach. Sergio Piedra Rojas por la dirección técnica del equipo en Honduras.
Finalizo con una frase de Heywood Hale Broun (1918-2001) que retrata bastante bien lo realizado por estos jóvenes en Honduras: “El deporte no forja el carácter, lo pone de manifiesto”.

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